¿Que quién es Kevin Smith?
¿Cómo? ¿Qué te da pereza leerte todo eso? No, si encima… Mira, te lo resumo en seis palabras:
Así que pensé… si estoy llorando de la risa con lo que está improvisando sobre la marcha este tío… ¿cómo deben ser sus películas?
Su ópera prima, Clerks, narra la “aburridísima” vida de Dante, un currante nato que trabaja en una tiendecilla de ésas donde hay de todo (tabaco, comida, leche, papel higiénico…) y que cae justo al lado del videoclub donde trabaja Randall. El argumente no parece apasionante… la vida de Dante no es apasionante, pero sí lo son los clientes que aparecen por el local, desde antiguos colegas del instituto con motes tan escalofriantes como Bola de Nieve, consejeros espirituales en busca de la docena de huevos perfecta, masturbadoras de animales en una clínica veterinaria de inseminación… los guiones hilarantes, los personajes y las situaciones totalmente surrealistas hacen de esta película en blanco y negro (para minimizar costes), grabada por las noches en la tienda de papá (para minimizar costes) y por la que, se dice, Kevin Smith vendió su colección de cómics (para minimizar costes); para muchos, la mejor del cineasta.
Pero la mejor no quiere decir ni mucho menos la única buena; ahí ahí están compitiendo en el podio Dogma, donde algunos ángeles llevan pistola para llegar al cielo, algún apóstol era negro, Dios es mujer y Jesucristo es guay;
Si ver a Cristo crucificado daba mal rollo, ¡¡aquí está el Jesucristo guay!!
Pero Kevin también tiene un corazoncito y es capaz de contar historias bonitas, como Jersey Girl Persiguiendo a Amy, donde descubrimos que los entintadores no calcan, sino que dan profundidad y vida a los dibujos, que no hay que fiarse de la pinta de machos de los black power y que la relación entre dibujante y entintador es más estrecha de lo que todos creemos.
¡No! No me olvido ni mucho menos de Jay y Bob el Silencioso, los personajes estrella de toda la “saga” Smithiana, que contaron con película propia, Jay y Bob el Silencioso contraatacan, donde también descubrimos que los gays pueden adoptar monos y que las (pseudo)ángeles de Charlie también tienen gases.
Por si esto fuera poco, el señor Smith también ha hecho sus pinitos en el mundo del cómic; eso sí muuuuuuuuuuuy a su ritmo. Ha trabajado, que yo sepa, para Marvel, en la serie de Daredevil con una saga que merece la pena leer (El hijo del Diablo) y para Spiderman, donde la Gata Negra le hace plantearse seriamente el caer en las tentaciones de la carne, y está (o no) en otra saga de Daredevil (The Target).
Ahora ya puedes bajarte alquilarte todas las pelis y verlas de una sentada, y cuando acabes vuelves por aquí.